Profesora

Dra. Mafalda Victoria Díaz-Melián de Hanisch

domingo, 3 de enero de 2021

Historia del derecho español. a

 

Paula Flores Vargas; Luis Alberto Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Angelica Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes;  Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto  Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo  Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez;  Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Adolfo  Price Toro;  Julio César  Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Andres Oyarse Reyes; Franco Gonzalez Fortunatti; Patricio Ernesto Hernández Jara;  Demetrio Protopsaltis Palma; Katherine Alejandra Del Carmen  Lafoy Guzmán; Ricardo Matias Heredia Sanchez; Alamiro Fernandez Acevedo;  Soledad García Nannig; 

Capitulo II
Historia del derecho español.


Este capitulo II analizaremos la historia del Derecho prerromano, la romanización jurídica en Hispania, derecho canónico y el Derecho romano vulgar.
Hispania” era nombre que los romanos nombraron al territorio formado por la península ibérica durante época Antigua.

§1º.-Las sociedades prerromanas.

Parte I
Generalidades.
(i).-Introducción a las sociedades prerromanas.
La historia de la  Hispania prerromana va desde el origen del hombre hasta el 218 a.C, cuando fue invadida por romanos durante Guerras Punicas. 
 De esta Hispania prerromana no nos quedan nada más que algunos pequeños rasgos:
1).-El lento ritmo de evolución histórica de diversos pueblos.
2).-El desequilibrio en la evolución histórica entre regiones.,y 
3).-la posibilidad de evolución limitada de las culturas. 
Los pueblos que más evolucionan son los que están en contacto con culturas superiores (los pueblos del Mediterráneo evolucionan más por el contacto con los fenicios, cartagineses, griegos,...).

España prehistórica.

En el estudio de la prehistoria y en este caso la de la península ibérica, existe un problema fundamental que dificulta su investigación: la cronología exacta. Sobre todo las fechas relativas a sus primeros habitantes, la procedencia de los mismos y su enlace étnico con los distintos tipos prehistóricos y su localización.
La historia de Iberia propiamente dicha, comienza con la llegada de los pueblos colonizadores (fenicios, griegos, cartagineses y, posteriormente, los romanos).
 Estaban culturalmente más adelantados que los habitantes peninsulares nativos e impusieron sobre ellos su economía, sus costumbres y sus tradiciones. Sin embargo, los testimonios que nos han dejado no han podido ser interpretados de manera satisfactoria, por lo que su historia resulta parcial.
En la prehistoria nos encontramos con la siguiente división en períodos:
1).- Edad de piedra.
-Paleolítico.
-Neolítico.
2).- Edad de los metales.
-Edad del bronce.
-Edad del hierro.
En el Paleolítico existen grupos humanos reducidos, pero con instrumentos toscos con los que tallan la piedra de manera también tosca. Estos grupos humanos realizaban ritos religiosos, hacían enterramientos y se dedicaban a la caza.
 Más adelante estos grupos se reúnen, según el avance en la talla de la piedra, formando culturas (es el período conocido como Epipaleolítico). En este período se realizan las pinturas de Altamira.
Al final del Paleolítico y debido a las glaciaciones se produce la desaparición de numerosos animales (este período se conoce como Neolítico). Esto provoca que los grupos humanos se hagan sedentarios y descubran la agricultura y la ganadería. La agricultura genera regímenes matriarcales y la ganadería regímenes patriarcales. A partir de este período empiezan a producirse enfrentamientos entre los pueblos por la defensa de sus tierras. 
Se puede hacer una triple división de la península: 
-Zona norte: Es la más atrasada.
-Zona centro: Se trata de una zona pastoril.
-Zona sur-levantina: Muy desarrollada y evolucionada (utilizan el riego y la metalurgia)
La península se encuentra poblada por los íberos y poco a poco se empiezan a producir movimientos migratorios procedentes del norte (los celtas). Estos pueblos al ser más avanzados imponen su cultura y su lengua.
Más adelante, fenicios, griegos, cartagineses y romanos van llegando a la península. Los fenicios (su capital fue ciudad de Tiro) utilizaron el Mediterráneo para comerciar con otros pueblos, creando colonias o factorías en estos. Fundaron ciudades de Cartago, Málaga, Cádiz, etc. Al ser destruida su capital pierden el poder y son relevados por los griegos. Estos también fundan colonias y se enfrentan a los cartagineses por el dominio del comercio en el Mediterráneo. Los cartagineses vencen y se quedan con el control comercial. Fundan colonias en la península y consideran a los celtas e íberos como sus mejores aliados.
No hay demasiados caracteres comunes en el derecho de la península prerromana; hay varios tipos de derecho, con lo que se puede hablar de derechos prerromanos, divididos en varias áreas: área norte, área central, área oriental y área meridional.

(ii).-Los pueblos prerromanos de la edad de metales.

Aunque al menos desde época neolítica ya existían unos elementos básicos de la población peninsular, la falta de referencias a aquellos periodos imposibilita darles nombres. 
En edad de los metales existieron tres pueblos con desarrollo mas avanzados en iberia, pero conservan casi nada documentación histórica de ellos. Estos pueblos fueron:

1).-Los tartessos.
Los tartessos es la cultura más antigua del primer milenio ad C. Sus límites geográficos se situaban entre el sur de Portugal y la desembocadura del Rió Segura. Parece que tenía dos centros de irradiación política y cultural diferentes, uno al Oeste situado en el valle del Guadalquivir, y otro al este, en la ciudad de Mastia Tarseion, presumiblemente Cartagena.
Lo poco que se conoce con certeza es debido a las fuentes griegas y romanas, así como algunos hallazgos arqueológicos que no guardan apenas relación con los testimonios escritos. Alcanzaron cierta importancia, en un principio a través de una economía ganadera y agraria y más adelante mediante la explotación de las minas de la región. El auge de esta cultura tuvo lugar entre los siglos IX y VII a. C., coincidiendo con la etapa en que los fenicios se asentaron en factorías costeras para la adquisición de metales a cambio de productos elaborados que eran adquiridos por la élite tartésica.
Estos intercambios contribuyeron al desarrollo de la sociedad autóctona. Modificaron los ritos funerarios tartésicos y, probablemente, acentuaron la estratificación social. 
En estos pueblos ya había clases sociales como señores y siervos. Había gran respecto a la ancianidad. Se prohibía testificar a contra  personas de mas edad. 
Eran hospitalarios con los extranjeros.
Hay pruebas que indican que la aristocracia tartésica explotó a la población que trabajaba en las minas y en los campos en su propio beneficio.
A partir del siglo VI a. C., Tartessos entra en una etapa de decadencia. El motivo más plausible, aunque aún muy controvertido, es el agotamiento de las vetas de mineral aprovechables, que habría acabado con el comercio colonial fenicio y habría llevado a las culturas nativas de nuevo a una economía exclusivamente agrícola y ganadera.
Se sabe mucho de este pueblo gracia geógrafo Estrabón.

2).-Los iberos.
La Dama de Elche (Museo Arqueológico Nacional de Madrid). Es la obra más representativa del arte ibérico. Era una urna funeraria con una cavidad posterior para depositar las cenizas. Se cree vienen desde Africa.
Los iberos se extendieron por toda el área levantina, desde los pirineos hasta Gades (Cádiz), aunque su zona de influencia abarcaba una importante franja interior, desde el valle del Ebro hasta el valle del Guadalquivir. Fue una cultura homogénea, con influencias de los griegos y cartagineses. Sus rasgos básicos, sin embargo, proceden de una evolución autóctona de los pueblos del Bronce: poblados fortificados de tamaño variable, desde ciudades a aldeas, a menudo en colinas y elevaciones de terreno, vivían de una economía agrícola y ganadera, aunque también del comercio con productos artesanales y minerales que intercambiaban con los comerciantes extranjeros.
Entre los siglos V y III a. C., los distintos pueblos iberos adquirieron grados de desarrollo social y político diversos. La mayor parte estaban dirigidos por una aristocracia que controlaba la producción del campesinado e imponía su dominio mediante la fuerza militar: los ajuares funerarios, cargados de armas (la famosa falcata iberica) y de imágenes que enardecían los valores guerreros, así nos lo demuestran. En ciertos pueblos hubo líderes, quizá cercanos a la figura de un rey. La conquista de cartagineses y romanos impidió su desarrollo y sometió a todos ellos al dominio externo.
En el ámbito cultural, eran pueblos avanzados, con una lengua propia aún sin descifrar, ritos religiosos y funerarios característicos y, en determinadas ciudades, un cierto desarrollo de la planificación urbana. De las muestras artísticas que se conservan, destacan una serie de esculturas, entre las que destacan la Dama de Elche, la de Baza, la del Cerro de los Santos o la llamada  Bicha de Balazote, así como la célebre Falcata Ibérica.

3).-Los celtíberos. (Celtas en iberia)
Los celtíberos son, en realidad, un conjunto de pueblos que habitaban ambas mesetas cuando se produjo la conquista romana. (Era mezcla de Celtas juntaron otros pueblos.)
 Sus orígenes son inciertos, con restos arqueológicos muy dispares y en ocasiones confusos. Se cree vienen norte de Europa.
Eran pueblos con una economía agraria, más bien pobre, que se agrupaban en confederaciones de tipo tribal y con grupos aristocráticos. Se establecían en poblados pequeños pero muy bien fortificados, poseían una metalurgia del hierro avanzada y una artesanía textil muy apreciada por los antiguos romanos.
A pesar de la apariencia defensiva que presentaban sus asentamientos (por ejemplo, los castros gallegos), no hay ninguna prueba concluyente que apoye la idea de que hayan sido pueblos organizadamente beligerantes. 
Desde los lusitanos, en el centro del actual Portugal, a los vascones, en Navarra, pasando por los galaicos, astures y cantabros, que personifican la influencia del mundo atlántico del hierro en la península.
Tenían un derecho consuetudinario y socialmente también tenían clases sociales y tuvieron esclavos. Los ibéricos se organizaban en tribus. El individuo se vinculaba con tribu por medio del clan.
En este pueblo surge la institución llamada clientelismo militar.
Pueden distinguirse tres áreas geográficas culturales- en Hispania prerromanas.
Era notable la diferencia entre los habitantes sur más avanzado y el norte muy primitivos culturalmente. Los pueblos del sur fueron primeros en romanizarse. Los pueblos del norte eran más primitivos y belicosos, roma tardo 200 años ocupar y conquistar ese territorio.

Área mediterránea y el sur de la Península.

Correspondía al territorio ocupado por los iberos.
 Estaba abierta a las colonizaciones mediterráneas, que dio lugar a una cultura y organización mayor que la del resto de los pueblos. Fue la parte más rica y la más poblada. Tenía una economía basada en los cultivos mediterráneos, en la ganadería, lanar, la explotación minera (fundamentalmente oro y plata) e industrias de salazón del pescado. Debido a los contactos con los pueblos del Mediterráneo oriental pudieron mantener un comercio activo, en el cual intercambiaban sus materias primas por productos fabricados. En cuanto a la política destacaba la importancia de las ciudades (Cádiz, Sevilla…), gobernada por reyes que se apoyaban en magistraturas y asambleas populares. 
Oretanos, turdeyanos y bastetanos, ocupaban el sur y estaban influidos por los fenicios. En el este con influencias griegas habitaban adetanos, ilergetes, lacetanos, contestanos, sosetanos y cayetanos.

Área Central.

Predominaban los elementos celtas. Tenían una forma de vida más primitiva: al principio practicaban el nomadismo o seminomadismo, y más tarde se asentaron en núcleos fortificados, muy pocos de estos tuvieron importancia como ciudad (Numancia). Vivían del pastoreo y del cultivo de cereales. El comercio no era muy frecuente y no había más que un simple trueque. Se organizaron en clanes y tribus, formado por grupos herméticamente cerrados. 
El pacto de hospitalidad servía para relacionarse con elementos extraños al grupo. Otra característica de estos pueblos, es que la clientela representaba la sumisión del cliente hacia su jefe, al que se legaba por un juramento y al que se debía obedecer a partir del momento en que se juraba fidelidad. Los órganos de gobierno eran el senado aristocrático y las asambleas populares que elegían a los jefes. Los pueblos más destacados eran: Carpetanos, Vetanos, Vacceos, Pelendones, Arévacos, Celtíberos y Lusitanos.

Área del norte.

Era la más atrasada. Estaba ocupada por los Astures, Galaicos Cántabros y Vascones, todos ellos eran pueblos indomables y rudos. Tenían una economía precaria que consistía en una ganadería basada en el pastoreo de cerdos y cabras, y una pobre agricultura, muchas veces recolectora.

 (iii).-Los pueblos colonizadores de iberia.

Las colonizaciones en la península ibérica se limitaron, fundamentalmente, a pequeños asentamientos muy escasos y breves. Los pueblos que llevaron a cabo la empresa, fenicios, griegos y cartagineses, dieron mayor importancia a comerciar y asegurarse el control de las riquezas mineras para sus metrópolis, que de asentarse de una forma estable en el territorio peninsular.

1).-Los fenicios.
Los fenicios eran pueblo semita originario de Asia menor y se organizaban en liga de ciudades. Las ciudades importantes fueron Tiro, Sidón, Oral y Biblio. Era un pueblo de navegantes que viajaron por mar mediterráneo  y costa atlántica de Europa y África.
Fundaron factorías como lugar de refugio y comercio.
Cuando ciudades fenicias de Asia menor fueron sometidas al imperio persa, los fenicios trasladaron su centro de gravedad de su comercial hacia mediterráneo central, siendo nuevo centro la  ciudad de Cartago.
 Cuando el rey asirio Nabuchodonosor somete a la ciudad de Tiro, metrópolis de fenicios, la ciudad de Cartago que era una  factoría fenicia se convertía en una ciudad importante cultura fenicia.
La aparición de las culturas del occidente peninsular coincide hacia el siglo XII a. C. con la expansión fenicia por todo el Mediterráneo. La presencia fenicia está limitada a la costa de Andalucía y a una limitada zona de influencia interior y estuvo asociada al pueblo de Tartessos. A los fenicios se les atribuye la fundación de Gádes (actual Cadiz, en una fecha un tanto controvertida que las fuentes griegas y romanas remontan hacia el año 1100 a. C. Dicha ciudad habría sido la principal fuente del comercio fenicio con Tartessos.
Aunque hay objetos más antiguos, sólo se han encontrado asentamientos fenicios a partir del siglo VIII a C. en las costas de Málaga y Granada. Eran factorías comerciales que se empleaban para traficar con los centros de producción de metales del interior de la Península, aunque también es probable que también hayan mantenido una economía agraria autosuficiente. Probablemente fueron ellos quienes introdujeron la metalurgia del hierro, bastante compleja, y el torno de alfarero.
La supremacía fenicia fue reemplazada por cultura griega, quienes controlaron el comercio en mar mediterráneo.

2).-Los griegos.
Grecia nunca fue una unidad política en la antigüedad, era grupos de polis autónomas. Los colonizadores griegos de Hiberia fueron realizadas por  las ciudades de la península  Jonicas
Respecto a los griegos, se han encontrado bastantes objetos, principalmente vasijas cerámicas, en el territorio de Tartessos, pero sólo a partir del siglo VI a C. son lo suficientemente abundantes como para pensar que fueron los propios griegos quienes los introdujeron, fundamentalmente a través del puerto de Huelva. Es posible que reemplazasen a los fenicios en esa tarea, aprovechándose de su creciente decadencia.
Se citan numerosas colonias griegas en los textos, pero de la mayoría de ellas no se conserva resto alguno. Es probable que se tratasen de enclaves iberos o fenicios utilizados por los navegantes griegos para pernoctar, aprovisionarse y comerciar con los pueblos indígenas del interior, y a los que acabaron por dar sus propios nombres griegos. Los arqueólogos sitúan la mayor parte de los enclaves en la costa de Alicante. El único asentamiento seguro es el de Emporion (Ampurias), en la costa de Gerona, fundada por los colonos procedentes de la ciudad griega de Massalia (actual Marsella) hacia el año 600 A de C.
 Muy pronto se convirtió en una colonia rica y próspera, que realizaba intercambios con el interior: los griegos proporcionaban cerámicas, vino y aceite a cambio de sal, esparto y telas de lino. Entre los siglos V y IV a. C. la colonia aumentó de tamaño, se amuralló y se dotó de una zona sagrada. Su convivencia con los iberos fue, hasta la época romana, bastante pacífica.
La influencia del pueblo griego sobre las tribus iberas con las que comerciaba es evidente, dados las muestras en el arte, la lengua y los signos culturales que los iberos suministran. Su situación de entendimiento entre ambos pueblos y el reino de Tartessos favoreció una época dorada en la que se produjo un proceso que se ha llamado de "mediterranización" de las culturas indígenas peninsulares.
Leyes rodias.
Los griegos dejaron a la historia del derecho las famosas Leyes rodias (Leyes de isla de rodas), que fueron un código de comercio marítimo general y que se aplica en el mediterráneo y algunas de las normas griegas sean conservado en el digesto, que es uno de los textos que componen es el corpus iures civiles que compuso Justiniano y dichas siguientes normas: 
De estas leyes, a las que se le atribuye origen fenicio, no se han conservado el texto literal sino que los datos escogidos surgen de los comentarios que realizaron Labeón, Servio, Ofilio, Alfeno Varo y otros jurisconsultos contemporáneos de Cicerón.
Esos estudios versaron sobre el derecho marítimo de la isla de Rodas que era habitada por un pueblo heleno. Según algunos existieron desde 400 y según otros desde 900 años a. de C., lo que queda fuera de dudas es que alcanzaron tal perfección  que el emperador romano Antonino declaró que así como a él le correspondía el imperio sobre la tierra, a la ley Rodia le incumbía el del mar, por tal razón fueron incorporadas al derecho romano en el Digesto, Libro XVI, Título "De lege Rhodia de iactu" 
Este grupo de leyes formaba un cuerpo legal no muy extenso que reglamentó algunas instituciones, pero como se dijo supra, principalmente la avería gruesa. Hay que señalar que existe entredicho, de un lado, sobre si fueron verdaderas y propias leyes existentes y que regían en la isla de Rodas, como opina Pardessus, o si se trata de costumbres marítimas que paulatinamente fueron recogiéndose y acrecentándose, como sostiene Meyer.
 Nos parece que es preferible la primera opinión, pues hay evidencias de que tales normas tuvieron existencia real como leyes en la isla de Rodas y que extendieron paulatinamente su autoridad a otros lugares, del mismo modo como frecuentemente ocurrió con algunas otras compilaciones. De otro lado, se debe evitar la confusión de considerar entre el antiguo cuerpo de leyes Rodias, al que nos hemos referido en los parágrafo anteriores, con una compilación que fue titulada de ese modo y descubierta en el siglo XVI -aunque los manuscritos más antiguos que la integran datan del siglo XI- a la cual le niegan autenticidad autores de gran nivel y seriedad como Antonio Agustín Heinecio, Gravina, Azuni y Pardessus. Sin embargo, es posible que las leyes que integran esta compilación respondan a una tradición antigua e incluyan reminiscencias de lo que fue en otro tiempo el derecho marítimo de la isla de Rodas.

3).-Los cartagineses.
A la caída de Tito, la ciudad de Cartago, heredo el papel de metrópolis que tenia Tiro con respecto a las colonias fenicias de occidente.
La época de mayor presencia púnica en la península Ibérica transcurre durante los siglos IX y III a. C. El pueblo cartaginés sustituyó a los comerciantes fenicios y se instalaron en las factorías comerciales costeras mediterráneas desde las que controlaban los productos del interior, principalmente las minas de Cástulo (Linares), mientras que dejaban su influencia sobre las culturas ibéricas. Existen abundantes cerámicas, objetos funerarios y restos de la influencia cultural cartaginesa, como el culto a la diosa Tania y a otras divinidades púnicas en los antiguos asentamientos fenicios, sobre todo en Baria (Almería) y en Gades.
Según las fuentes clásicas, el general cartaginés Asdrúbal el Bello en el año 227 a C. fundó la ciudad de Qart Hadasht, actual Cartagena, posiblemente sobre un anterior asentamiento tartésico denominado (Mastia Tarseion). Cartagena fue amurallada y reurbanizada y se convirtió en la principal base púnica de la Península Ibérica.
Además cabe destacar la colonia de Ebusus (Ibiza), enclave estratégico para el dominio naval de Cartago en el Mediterráneo occidental.
La influencia cultural que pudo ejercer Cartago en la Península parece escasa. Es posible que interviniesen en los alfabetos tartesio e ibero, y ciertas mejoras en la industria o en el cultivo.

Romanos.
Roma cuando expandió sus dominios en mar mediterráneo, les quito el comercio y su influencia a los fenicios, cartagineses, y  griegos. Después de guerra punica derroto a Cartago e inicio la conquista de península ibérica.

Parte II
Caracteres y fuentes de conocimiento del derecho prerromano.

(i).-El derecho prerromano en península ibérica.

El derecho prerromano de Hiberia  se caracteriza por:
1).-Ámbito cerrado y personalista. 
Se aplica en grupos sociales cerrados, a los que sólo se accede por nacimiento. 
2).-Creación del derecho de forma popular y por tanto consuetudinariamente (no escrito), basado en la costumbre. 
3).-Es un derecho que mezcla lo religioso con lo estrictamente jurídico.
Las fuentes de conocimiento son los medios materiales de que nos servimos para conocer el derecho de estos pueblos primitivos. 
El derecho se crea en tres fases: 
1)-. Fase primitiva: 
El derecho viene dado por los dioses. Algo es bueno o malo si es bueno o malo para los dioses.
2)-. Fase: 
El derecho es propio de la voluntad del hombre, aunque también con influencias divinas.
3)- Fase: 
Se utiliza la ley escrita como forma de expresión de lo jurídico y del poder de un príncipe con poder absoluto. Normalmente suele ser una ley despótica.
Las fuentes del derecho pueden ser de dos tipos:
A).-Fuentes directas.
No hay leyes escritas (no se conservan) de los pueblos prerromanos. Hubo pueblos que tuvieron las características necesarias para tener leyes escritas, como Tartesos (Se dice que tenían 6.000 leyes escritas en verso), pero no se conservan.
B).-Fuentes indirectas.
Todo el derecho prerromano que conocemos es a través de ellas. 
Estas fuentes son:
a) Los escritores griegos y latinos nos dan información acerca de los modos de organización de estos pueblos. Destacan los escritores griegos Diodoro y Apiano; y los latinos Julio Cesar, Tito Livio y Plinio.
b).-Los restos arqueológicos, como por ejemplo tablas de bronce escritas (tesseras), en las que se recogen pactos entre distintas comunidades. 
Ej. Tabla de Astorga, Tabla de Castromao, etc.
Se suelen utilizar dos métodos de conocimiento:
a)-Comparativo.
Se compara una forma de vida antigua con una actual.
b).-Supervivencias.
Se trata en conocer una cultura a través de los elementos que han sobrevivido al paso del tiempo.
Ejemplo de instituciones jurídicas de pueblo celtaiberica.
1º.-Hospitium.
El hospitium (hospicio) o pacto de hospitalidad permitía adquirir los derechos de un grupo gentilicio a otros grupos o individuos. No se trataba de un acto de adopción; las partes actuantes contraían derechos mutuos sin que la personalidad propia se perdiera. Los contrayentes del hospitium se convertían en huéspedes (hospites) mutuos y el pacto de hospitalidad se solía acordar en un documento denominado tésera de hospitalidad. Estas téseras son láminas de metal recortado, en muchas de ellas figurando dos manos entrelazadas o la silueta de animales, que quizá tenían un significado religioso. 
Se supone que el hospitium, inicialmente, se acordaba en plano de igualdad, pero al surgir diferencias económicas, se iría pasando a un estado de dependencia.
 De entre los pactos de hospitalidad descubiertos, el más famoso es el Bronce de Luzaga, que registra un hospitium entre las ciudades de Arecoratas y Lutia, al que probablemente se sumaban las gentilitates Belaiocum y Caricon.
2º.-Clientela.
Clientelismo es un sistema de protección y amparo con que los poderosos patrocinan a quienes se acogen a ellos a cambio de su sumisión y de sus servicios. El cliente es protegido y patrono el protector.
Las clientelas consisten en comitivas constituidas en torno a los individuos más importantes de una comunidad tribal. La relación entre estos individuos, generalmente aristócratas y sus seguidores, era una relación contractual basada en la desigualdad de riqueza y posición social de ambas partes; el jefe normalmente debía alimentación y vestido a sus seguidores, mientras que éstos le debían apoyo incondicional. Estas clientelas frecuentemente tenían un carácter militar.
3º.-La institución de la Devotio ibérica.
La devotio ibérica era una forma especial de clientela militar existente en la sociedad ibera prerromana. Se trataba de vincularse por una doble vertiente:
Por un lado, los clientes o “devoti”, consagraban su vida a su rey o jefe, al que tenían la obligación de proteger en el combate, a cambio de su protección, mantenimiento y un mayor status social, ya que el jefe pertenecía a la clase dominante, y esto se reflejaba en sus clientes. 
La otra vertiente, es la divina. Los clientes, consagraban su vida a una divinidad para que se dignase a aceptarla en el combate a cambio de la salvación de su jefe; por ello, debían protegerle con sus armas y su cuerpo aun a costa de su vida. De ahí, que los devoti, estuviesen obligados a suicidarse en caso de que su jefe muriera, ya que sus vidas eran ilícitas al no haber sido aceptadas en trueque por la divinidad. 
Cabe destacar que este vínculo se perfecciona con un juramento a la diosa Tanit, la más importante de las diosas de la mitología cartaginesa. El ibero realiza la devotio ibérica a cualquier individuo, de ahí que esta institución tenga un carácter disociador, dado que no integra una conciencia de unión a modo o similitud del concepto de patria. Más tarde los romanos la integrarán condicionándola, y aprovechándose a su conveniencia de este cometido. 
Los que formaban el séquito de un caudillo deben permanecer con él en el caso de que éste muera. A esta suprema fidelidad llaman consagración o devoción
Plutarco, Sertorio, 14.
Algunos pueblos celtíberos también respetaban esta institución, y otros pueblos tenían un tipo de clientela parecida: los galos la “soldurii” y los germanos la “comitatus”, aunque en esta no existía el juramento ante los dioses.
La “devotio” se complementaba con otros pactos llamados de “hospitium”: mediante estos, una persona o un grupo, se integraba en otro. La relación subsiguiente era en plan de igualdad, sin la estrecha vinculación de la “devotio.”
Esta práctica estaba muy extendida, y no sólo se usaba entre miembros del mismo pueblo: según historiadores clásicos (Tito Livio y Plutarco entre otros), los generales romanos que fueron a la Península, utilizaron escoltas formadas por devoti. 
Para estos militares, la devotio tenía ventajas sobre la clientela romana: el juramento a los dioses obligaba al cliente con más fuerza, aunque era una fidelidad interesada como la de Sagunto a Roma o la de los edetanos a Escipión. Es probable que las defensas de ciudades como Numancia o Sagunto, y la resistencia que mostraban los guerreros frente a los romanos tuviese como fondo la “devotio”, que impedía su rendición sin órdenes directas de su jefe.
 Diversas fuentes incitan a pensar la posibilidad de que la “devotio ibérica” desempeñara un papel importante en los orígenes del culto al emperador, ya que Q. Cecilio Metelo, durante La Guerra Sertoriana, recibió honores divinos de los indígenas en Córdoba; y al general romano le recibían en las ciudades con sacrificios y altares.
Cabe destacar un caso muy probable de “devotio” ibérica, se trata del asedio y destrucción de Calagurris (Calahorra) a la muerte de Sertorio: «La macabra obstinación de los numantinos fue superada en un caso semejante por la execrable impiedad de los habitantes de Calagurris, los cuales, para ser por más tiempo fieles a las cenizas del difunto Sertorio, frustraron el asedio de Gneo Pompeyo. En vista de que no quedaba ya ningún animal en la ciudad, convirtieron en nefanda comida a sus mujeres e hijos y para que su juventud en armas pudiese alimentarse por más tiempo de sus propias vísceras, no dudaron en poner en sal los infelices restos de los cadáveres».
Roma utilizó esta institución, al igual que el hospitium y otras, respetándolas primero y modificándolas conforme a sus intereses después.

Ritual de la devotio ibérica.

El ritual de la “devotio ibérica” era el mismo que en el caso de la clientela: la presentación del cliente al patrono, reconocerle como jefe, y la aceptación de dicha persona. Es posible que existiera una ceremonia especial, con un sacrificio ritual, del que quedarían vestigios en el juramento de Ampudio; quizás se tratara de un sacrificio humano y el de su caballo, ya que con ambos se refrendaban los pactos. 
La “devotio ibérica” es una institución típica de Celtiberia. Su aparición en Aquitania se puede explicar por influjo hispano. Esta práctica decae a comienzos del Imperio romano.
En Roma la “devotio ibérica” fue bien acogida, hay noticias que el emperador Octavio ciando el senado romano otorgo titulo de “Augusto”, muchos partidarios de Octavio juraron con de “devotio ibérica” a él.
Derecho griego traído a hispania.
Ley echazón.
En el Digesto Justinianeo (Lib. XIV, T. II, I, Pr. II) se recoge un uso practicado alrededor del siglo IX a. de C. (Paulus; Sententiarum; libro II), por los navegantes de la isla de Rodas, por el que todos los participantes en una expedición marítima debían contribuir a reparar los daños por echazón de la carga, realizados para salvar la aventura marítima. 
Préstamo a gruesa ventura.
No existe, hasta el Derecho Romano, documento fehaciente al que se pueda atribuir el origen de la avería gruesa, si bien todos los autores aceptan que esta institución era práctica conocida por tirios, fenicios y cartagineses. 
El préstamo a la gruesa ventura (del latín nauticum Fœnus) es una variante del contrato de mutuo, que consiste en que el prestamista entrega dinero u otros bienes fungibles a un naviero para realizar transporte marítimo, obligándose el naviero a pagar al prestamista el precio del riesgo (pretium periculi) si el viaje concluía en feliz arribo a puerto, en caso contrario, si el barco naufraga o no llega a puerto, nada debe el naviero al mutuante (perdiendo capital e intereses).
A la inversa de lo que ocurre en un mutuo ordinario, los riesgos son de cargo del mutuante (prestamista), pero sólo desde que empieza hasta que termina la travesía. Antes y después se aplican las reglas del mutuo común.
Los griegos inventaron este sistema de préstamo, pasando a Roma con el nombre de nauticum fœnus (nauticvm: de la navegación y “foenus”: interés del dinero prestado).
El caso más famoso de préstamo a la gruesa ventura es el que fue estipulado entre Isabel la Católica y Cristóbal Colón en las Capitulaciones de Santa Fe.
En esta institución radica uno de los antecedentes del actual contrato de seguro.

(ii).-La estructura de la sociedad política pre-romana.

Los grupos sociales tenían carácter gentilicio, la célula de la sociedad prerromana es lo que los romanos llamaron gentilitas. Estas gentilitas son agrupaciones familiares de descendientes de un tronco común. Un grupo de familias es la gens. Todos estos grupos son cerrados y personalistas.
Los pactos de hospitalidad eran pactos que se daban entre dos grupos gentilicios, por los cuales se extendían recíprocamente una protección jurídica. Las tesseras recogían estos pactos de hospitalidad.
Los pactos de clientela eran semejantes a los anteriores. Un grupo gentilicio acoge a un cliente (grupo o individuo), que ofrece un determinado servicio a esa comunidad y el grupo le da servicio jurídico, le alimenta, etc. Normalmente el servicio prestado por el cliente es de carácter militar.

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